Fue un proceso largo con una parte fácil y otra difícil:
- La parte fácil (pero larga y trabajosa): Investigar acerca de los colegios, hablar con apoderados, alumnos, ex alumnos, profesores, etc. Esto incluye parar a mamás con niños en el uniforme del colegio en el supermercado y someterlas a interrogatorios (gracias a todas esas mamás anónimas que nos dieron sus testimonios). Creo que esta parte aplica a todos los colegios a los que uno quiera postular, sean tradicionales o alternativos.
- La parte difícil: Atreverse y confiar. Las pedagogías alternativas aún no son muy conocidas en nuestro país, hay mucha desinformación y prejuicio. Saltar a lo desconocido requiere valor. Y también requiere paciencia para enfrentar la presión social: contestar todas las preguntas y cuestionamientos que las personas te harán.
Montessoriana 
Para mi fue muy difícil tomar la decisión, pero de verdad que no me arrepiento y agradezco haberme comprometido con este tipo de educación para mis hijas. Ahora miro para atrás y me río de lo angustiados que estábamos con mi marido. La familia de él no nos hizo fácil el camino. Estaban (y aveces pienso que siguen estando) muy preocupados por que no es un colegio «normal», como a los que van los nietos e hijos de sus amigos o mis sobrinos. Les importa mucho con que tipo de niños se van a juntar mi hijas, que amigos vas a tener. Un prejuicio muy social. Por nuestra parte, hemos encontrado a gente maravillosa en este ambiente, con la que compartimos valores y principios super fundamentales tanto en lo escolar como en crianza. Si comparo a mis hijas con otros niños que van a colegios tradicionales, encuentro que ellas son más tranquilas, resueltas, independientes, relajadas, que saben relacionarse con gente de todas las edades, se atreven a decir lo que piensan, sacan sus conclusiones. Adoran leer, no entienden a las niñas obsesionadas con las princesas ni a los niños con los monos animados de turno. Mis niñas esperan con ansias cada mañana para ir a su colegio, sus guías las conocen tan bien y siento que de verdad están conociendo todos sus talentos y disfrutando de aprender. Elegiría Montessori de nuevo sin pensarlo. Y animo a todos los papás y mamás que están buscando colegio a abrir la cabeza y descubrir este mundo. Los prejuicios se desmoronan cuando uno entiende de que se trata todo esto. Y otra cosa, no le hagan caso a toda esa gente que opina sin saber.
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Gracias por tu comentario, Macarena. Lamentablemente hay una enorme cantidad de prejuicios que, a mi parecer, se basan en la ignorancia y el miedo a lo distinto. Me alegro de las lindas cualidades que ves en tus hijas y que estén contentos con la elección de Montessori. ¡Saludos!
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