¿La metodología Montessori es religiosa?

Hay una pregunta que me han hecho demasiadas veces y que es el verdadero origen de este post: “Pero… y si no son religiosos, ¿cómo enseñan valores?”. Esa pregunta me pone de muy mal humor, y por eso no la usé como título, ja ja! Primero daré mi opinión personal, y luego les hablo de metodología.

Opinión: Los valores son inherentes al ser humano y universales; no son patrimonio exclusivo de ninguna religión.

Metodología: Si bien la Dra. Montessori era católica, su metodología no lo es. En el mundo hay colegios aconfesionales, cristianos, judíos, hindúes, etc… En su pedagogía hay referencias ligadas al catolicismo, para lo que hay que considerar el contexto histórico y cultural en el que se desarrolló, así como también las creencias de la Dra. Montessori. (La Catequesis del Buen Pastor es la forma montessoriana de enseñanza católica, para los interesados).

La metodología está impregnada de valores, y son puestos en práctica de forma diaria y consistente en todos los niveles de enseñanza. No son una clase teórica, son experiencia cotidiana presente en todas las áreas de conocimiento. En castellano: no hay una clase de “valores”, si no que los valores son parte de la metodología.

Nombraré sólo algunos aspectos. El primerísimo: respeto (por uno mismo, el ambiente – que incluye a las demás personas y al planeta Tierra – y los materiales). Capacidad de reflexión, empatía, observación, pertenencia, sentido de comunidad, aceptación de las diferencias, diálogo, capacidad de cuestionarse, perseverancia, creatividad, humildad, liderazgo positivo…

Hay un libro interesante, escrito por Aline. D. Wolf, llamado “Nurturing the spirit in the non sectarian classroom”, donde pueden obtener más información. Este libro explica cómo el propósito fundamental de María Montessori era crear un mundo de paz al nutrir el espíritu del niño. Aborda preguntas como: ¿Cuál es el significado de espiritualidad? ¿Cuál es la diferencia entre nutrir el espíritu y enseñar alguna religión en específico? ¿Cómo se puede nutrir el espíritu en colegios aconfesionales?

Que un colegio Montessori sea religioso dependerá del colegio y no de la metodología; por lo que deben preguntar directamente en la institución que les interese. Algunos colegios tienen clases optativas de religión, o de filosofía. Otros tienen religiones comparadas, clases de ética, desarrollo emocional, meditación, etc. O nada.

¿Cómo son las salas? Una pincelada del ambiente preparado

Ambiente preparado de 3 a 6 años. Colegio Huelquén Montessori.

Así como “guía” es el nombre dado a los profesores, “ambiente preparado” es el nombre de la sala de clases en Montessori. En ella no se dictan clases como las conocemos todos quienes asistimos a colegios tradicionales, entonces no son como las salas de clases tradicionales. Las aulas Montessori son grandes y están equipadas con muebles del tamaño de los niños, para que puedan moverlos fácilmente: unir mesas para trabajar o almorzar juntos, estudiar de forma individual, o despejar un área para trabajar en el suelo, donde despliegan alfombras y material. Los vasos y jarros son de vidrio, los platos son de loza, los cubiertos son metálicos (y sí, hay cuchillos con filo; y los niños aprenden a manipularlos desde que son muy chiquititos). Es raro que haya plástico o cosas desechables. Hay un área de cocina con un lavaplatos a la altura adecuada para que los niños laven lo que usaron después de almorzar. Hay hornos, hervidores de agua, e incluso baños.

Los salones se dividen en áreas, cada una con sus repisas a la altura de los niños con abundante material específicamente seleccionado y prolijamente ordenado para el grupo por parte de la guía. Por ejemplo, en Casa de Niños (de 3 a 6 años), encontramos las siguientes áreas:

  • Vida Práctica.- Materiales de aseo para mantener la limpieza de la sala, elementos de cocina (reales) para preparar colaciones y almorzar, materiales que les permiten a los niños practicar para desenvolverse de manera independiente en sus vidas, como tablas para abrocharse los botones, los zapatos, etc.
  • Sensorial.- Materiales usados para refinar los sentidos: vista, gusto, olfato, sonido y tacto. Aquí aprenden a graduar por colores, tamaño y peso; y experimentan con distintas texturas, sonidos; entre otras cosas. Esta área se relaciona mucho con la geometría, área que se trabaja muy fuerte desde muy temprano.
  • Matemáticas.- En mi opinión, esta es el área más fascinante de todas. Cuenta con una cantidad de material maravilloso, que hace de la iniciación a las matemáticas un trabajo muy práctico y concreto, cualidad que se mantiene hasta avanzada la educación básica, cuando los niños son capaces de manejar conceptos abstractos. Se trabaja con cuentas o perlas, barras, tablas y barras de madera, e incluso con cubos del binomio y el trinomio. Sí, desde preescolar. A temprana edad realizan trabajos complejos como el banco o el tablero de la multiplicación, y en años posteriores se vuelve más interesante aún.
  • Lenguaje.- En esta área se encuentra material para aprender a leer y escribir. Hay letras de lija que los niños recorren con el dedo y luego trazan en una bandeja con sémola y después en papel; hay un fantástico material llamado “alfabeto móvil” donde los niños arman sus primeras palabras usando letras recortadas; hay cajitas con frases, trabalenguas, adivinanzas. Y por supuesto, hay libros. Muchos libros a los que los niños pueden acceder en cualquier momento y disfrutar en un rincón de lectura. Más adelante hay muchas cajas para trabajar gramática, que en el mundo Montessori se enseña de forma concreta y también usando material. Más adelante escribiré un post acerca de ello.
  • Cultura.- Reúne todo lo que pasa en el mundo: ciencias, historia, geografía, botánica, astronomía, arte, idiomas, música, etc… En esta área podrás encontrar desde planisferios (puzles de los continentes con sus países), banderas, fotos de distintos lugares y pueblos del mundo, plantas, conchitas, líneas del tiempo de periodos históricos, modelos de esqueletos, órganos internos y también del sistema solar; libros de ciencias, material para hacer arte, maquetas de accidentes geográficos, y un etcétera que podría ser infinito.

No es inmóvil. No es silencioso.cita ambiente preparado3

Recuerden que los niños pueden elegir libremente su trabajo dentro de todas estas
alternativas, y tienen libertad de movimiento dentro del salón. Es una libertad para moverse con un propósito y respetando las reglas (cuando vino nuestro vecino – alumno de un colegio tradicional- a jugar un día a nuestra casa, no podía creer que en Montessori los niños no tuvieran que pedir permiso para ir al baño). Por lo tanto, en un salón hay permanente movimiento. Cada niño o grupo de niños trabajando en distintas áreas y trabajos, moviéndose libremente como su trabajo lo requiera. También hay ruido, porque los niños pueden conversar, trabajar en grupos, resolver dudas entre ellos, dirigirse a las guías, etc. Algunas salas ponen música suave, otras no. Si los decibeles suben demasiado, se llama al orden. Puede ser pidiéndolo, tocando una campanita o jugando al juego del silencio. La guía se mueve por el salón presentando trabajos individuales o colectivos, pero sobre todo observando y tomando notas.

En todo ambiente preparado debe haber:

  • Libertad para explorar, elegir y moverse.
  • Estructura, orden, limpieza y belleza.
  • Elementos reales (como los vasos de vidrio, cuchillos con filo, etc) y naturales.
  • Ambiente social donde los niños pueden interactuar y fortalecer la compasión, la empatía, la colaboración y el trabajo en equipo.
  • Ambiente intelectual apoyado por todas las características anteriores.

Como habrán podido ver, un ambiente preparado requiere de mucho trabajo y permanente dedicación por parte de las guías. Ellas eligen el material adecuado para cada etapa del desarrollo y van modificándolo de acuerdo a las necesidades de los niños. En el noveno capítulo de su libro “Montessori Madness”, el estadounidense Trevor Eissler resume muy bien esta flexibilidad que el ambiente preparado permite:

En un colegio Montessori, si un niño no muestra interés alguno en las matemáticas, la guía no hace nada al respecto durante un tiempo. Semanas, incluso meses. Permite que el niño descubra ese interés de forma espontánea, y casi todos los niños lo harán. Pero ¿cuánto tiempo es demasiado tiempo para esperar? (…) Si la evasión es tan prolongada que pone en jaque el aprendizaje futuro, la guía tiene la habilidad de modificar el ambiente. Por el solo hecho de que pasa una gran parte de su tiempo observando, puede preparar el ambiente de manera más efectiva para que atraiga al niño a elegir una actividad que antes no había considerado o no le interesaba. Si el niño tiene un enorme interés hacia el basketball, por ejemplo, la guía puede crear una lista de estadísticas deportivas. El niño puede sacar promedios de puntajes, sumar puntos, calcular porcentajes de triunfos y derrotas. Al afinar el ambiente alrededor de cada estudiante individualmente, la guía puede ayudar a ampliar las elecciones que los niños están haciendo, sin usurpar el poder que ellos tienen de tomar las decisiones. Esto permite que los niños mantengan la emoción del descubrimiento”.

Ambiente preparado de 6 a 9 años. Colegio Huelquén Montessori.

 

Por qué no postulamos a nuestros hijos al colegio del que salimos

Esta pregunta me la hacen un montón, y anoche, la querida hermana de un querido amigo me la volvió a formular. Quienes me conocen saben que mi marido y yo estábamos en el mismo colegio (pololeamos desde tercero medio, ¡aw! ♥), entonces, claro, la pregunta cae de cajón. Pero, a la hora de postular a nuestro primogénito, ni siquiera averiguamos en qué consistía el proceso de admisión.

Guardo excelentes recuerdos de mi época escolar, y tengo mucho que agradecerle, partiendo por haber conocido a mi espléndido marido y maravillosas amistades. No tengo grandes traumas escolares, y cada vez me he ido topando con más exalumnos con interesantes formas de pensar y vivir. De hecho, hay muchos quienes han elegido Montessori para sus hijos.

¿Entonces, por qué no postulamos a este colegio que conocíamos, que lleva muchos años ubicado en la cúspide de los rankings PSU y SIMCE, el que tiene muchísimos más postulantes que cupos, en el que conocemos a tanta gente, el que tiene un buen nivel de inglés?

  • Porque queríamos un colegio aconfesional, lo que lo descartaba de cuajo (a este y la gran mayoría de los colegios privados).
  • Porque estamos al tanto del nivel de exigencia y de las prioridades que tiene el colegio, tanto por conocidos y amigos que tienen a sus hijos ahí como por gente que trabaja en él.
  • Y lo más importante: porque no es Montessori. Es que, habiendo conocido Montessori, es difícil encontrarle el sentido a la educación tradicional…

 

 

Comportamiento social en Montessori: derribando el mito del individualismo

Hace un tiempo, un papá me contó que había muchas cosas de Montessori que le gustaban, pero que lo había descartado como alternativa para la educación de sus hijas porque encontraba que era una metodología demasiado individualista.

Existe un prejuicio al creer que en Montessori los niños viven en un mundo individualista por el hecho de tener libertad de elegir en qué y cuánto trabajar; por no trabajar en lo mismo al mismo tiempo y por no tener una homogeneidad de aprendizaje. Conversando, esta persona me dijo que pensaba que la heterogeneidad de intereses, responsabilidades y deberes atentaba contra el grupo; que el hecho de no tener tareas y evaluaciones comunes alienaba a los niños, los hacía perderse de la experiencia colectiva.

En el capítulo de desarrollo social de su libro La Mente Absorbente del Niño, María Montessori dice: “Los educadores que utilizan el método de enseñanza directo no comprenden cómo puede desarrollarse el comportamiento social en una escuela Montessori donde, según creen, se preparan las materias preescolares, pero no la vida social. Dicen: `si los niños solos lo hacen todo, ¿dónde está la vida social?´. Pero ¿qué es la vida social sino resolver problemas, comportarse bien y proyectar planes aceptables para todos? Piensan que la vida social consiste en estar sentados uno junto al otro y escuchar a alguien que habla, pero esto no es vida social”.

Estar todos sentados mirando hacia delante, realizando la misma actividad al mismo tiempo y supuestamente aprendiendo lo mismo, dista de constituir un grupo socialmente cohesionado. ¿Qué aporta más al sentimiento de comunidad y al desarrollo de las habilidades sociales: tener que entregar todos la misma tarea de la misma materia el mismo día, o preparar en grupo una colación para compartir con los demás? ¿Que todos estén estudiando la misma materia para una prueba o que un niño con más experiencia esté ayudando a uno más chico? ¿Qué estén todos escuchando la misma lección, o que entre ellos organicen un trabajo y presentación grupal?

“Las únicas oportunidades de vida social que tienen los niños en las escuelas comunes son los recreos o las escasas excursiones, mientras que los niños de nuestras escuelas siempre viven en una comunidad trabajadora”, afirma la Dra. Montessori en La Mente Absorbente del Niño.

Angeline Stoll Lillard es doctora en psicología de Stanford, profesora de la Universidad de Virginia donde dirige el Laboratorio de Desarrollo Temprano, especialista en educación Montessori y autora del libro “Montessori: the science behind the genius”, donde explica los principios de la metodología apoyándose en investigaciones psicológicas y pedagógicas. En el capítulo “Learning from peers” (Aprendiendo de los pares), expone que en las clases de los colegios tradicionales los niños suelen interactuar solamente con sus profesores, por lo que el aprendizaje se hace típicamente de forma solitaria. A pesar de que cada curso está trabajando en lo mismo al unísono, los niños raramente interactúan entre sí. En cambio, el aspecto social es parte de la estructura de Montessori: los niños son libres de trabajar en grupos, y habitualmente lo hacen, especialmente al ir creciendo y desarrollando su instinto social. La mayoría de las veces, los niños de preescolar trabajan solos por decisión propia, y ya en educación básica interactúan intensamente en pequeños grupos formados por ellos mismos. En otras oportunidades, un grupito trabaja junto en una lección dada por la guía.

Más adelante en el mismo capítulo habla de cómo los niños aprenden a comportarse en ambientes sociales al observar cómo los demás actúan en un situaciones naturales y no rígidas y pauteadas. “En las salas de clases tradicionales los niños aprenden a sentarse quietos y escuchar a la profesora, mientras que en Montessori pueden aprender a interactuar entre ellos. Los mayores sirven de ejemplo para los menores”, concluyendo con una cita de María Montessori, de La Mente Absorbente del Niño: “El niño indisciplinado entra a la disciplina al trabajar en compañía de otros, no porque le digan que es mal portado”.

Un salón Montessori es una verdadera sociedad en escala pequeña. Hay líderes, seguidores, consenso, trabajo en equipo, conflictos, celebraciones, orden y desorden. Hay contemplación, trabajo, ayuda mutua, frustración, alegría, comprensión y descubrimiento. Niños chicos, medianos y grandes, hay diferencia y con ella, riqueza. Y en vez de competitividad, se busca cooperación y respeto. La educación Montessori no es individualista. Es personalizada en el sentido de que cada niño crea su camino según sus intereses y capacidades, con la diligente asistencia de sus guías que con esmero y precisión han preparado un ambiente óptimo.

 

 

El último libro de Sir Ken Robinson: «You, your child and school»

A pesar de que Ken Robinson no se abandera por ninguna metodología pedagógica en particular, la mayoría de sus ideas y teorías están alineadas con Montessori, como podrán haber visto en sus charlas TED y otras presentaciones. Y este libro no es la excepción. “You, your child and school” (Tú, tu niño y la escuela) sigue el mismo estilo que lo ha hecho mundialmente famoso: es fácil y entretenido de leer, a la vez que expone con claridad y contundencia sus puntos. Muestra principios y consejos para apoyar a los niños en su etapa escolar, y plantea importantes preguntas a los padres, ¿qué esperamos de la educación de nuestros hijos?  A continuación les comparto los aspectos que más me llamaron la atención:

• Expone que uno de los grandes problemas de la educación actual es que tiene una idea muy limitada de lo que es la inteligencia, acotándola casi exclusivamente a los aspectos académicos. Reconociendo la importancia que esas áreas tienen, plantea que no es lo único que constituye la inteligencia, ejemplificando con la teoría de las inteligencias múltiples del psicólogo Howard Gardner. “Cuando la educación opera en una estrecha idea de lo que son las habilidades, todo tipo de otras habilidades pueden quedar sin descubrir. Tu niño puede tener muchos talentos e intereses que no son reconocidos en el colegio. El colegio, tu hijo y tú pueden concluir que no es muy inteligente, cuando el problema real es que ‘inteligente’ está siendo definido de una manera demasiado reducida. Cuando reconozcamos que todos los niños son inteligentes en una variedad de maneras, podremos ver que tienen muchos caminos para realizarse, y no sólo uno”. En esta misma línea, lamenta que la educación tradicional otorgue más importancia a materias como matemáticas, ciencias o lenguaje, en desmedro de otras que él considera muy importantes, como educación física, danza o arte. “Vivir en el mundo requiere más que la habilidad con las palabras y los números; implica trabajar con personas y materiales y arreglárselas en circunstancias prácticas”.

• Según Robinson, vivimos en dos mundos: el mundo que está alrededor tuyo y el mundo que está adentro tuyo. El primero existe aunque tú no existas, es el mundo físico del mundo material y la naturaleza, el mundo social de otras personas, historias y culturas. El segundo existe sólo porque tú existes, es el mundo de la conciencia, los sentimientos, las ideas, la imaginación, las esperanzas y las ansiedades. Robinson postula que la educación debe ayudar a las personas a entender el mundo exterior, cómo funciona y cómo operar en él. Pero también debe ayudarlas a entender su mundo interior, cómo sienten y piensan, cómo reconocen sus talentos, intereses y características que las hacen ser quienes son. Aquí, el autor nos entrega su visión del objetivo de la educación: “Permitir a los estudiantes entender el mundo alrededor de ellos y los talentos dentro de ellos para que puedan convertirse en individuos realizados, y ciudadanos activos y compasivos”. Dentro de este objetivo, detalla cuatro propósitos de desarrollo, todos igual de importantes: económico, social, cultural y personal. Cuando habla de último, recalca que finalmente ninguno de los otros tres propósitos se puede lograr si olvidamos que todo se trata de los corazones y las mentes de las personas, y no de puntajes y estadísticas. “Piensa en tus niños, esos individuos únicos a los que quieres y atesoras, a quienes nadie conoce tan bien como tú. Para beneficiarlos como se debiera, la educación tiene que intrigarlos y avivar desde adentro hacia fuera”.

• En su libro anterior, “Creative Schools”, Robinson presenta las ocho competencias que debieran estar presentes durante toda la etapa escolar para que los niños puedan enfrentar los desafíos económicos, sociales, culturales y personales de la vida:

1.- Curiosidad.- La primera prioridad de la educación es mantener viva la curiosidad innata de los niños. Cuando ellos quieren aprender, disfrutan su educación y aprecian sus desafíos.
2.- Creatividad.- Los desafíos a los que se enfrentan – y enfrentarán -los niños hace necesario que la educación los ayude a desarrollar su pensamiento y acción creativos.
3.- Pensamiento crítico.- Destaca que en el bombardeo de información (real y falsa) y opiniones que trae internet, esta competencia se vuelve fundamental: examinar ideas e información a través de la razón y la evidencia. Hoy más que nunca deben pensar de forma crítica acerca de lo que ven, poniendo atención a los sesgos, verdades y tonterías.
4.- Comunicación.- Como seres sociales que somos, la comunicación es esencial. Esta no se limita a las palabras, incluye las artes visuales, música, danza, teatro, etc; los que permiten comunicar pensamientos y sentimientos de otras formas.
5.- Colaboración.- Robinson afirma que la competitividad ha sido excesivamente utilizada en los colegios para mejorar sus estándares. Dice no estar en contra de la competitividad per se, pero que la colaboración es igual de importante para alcanzar los logros y para fortalecer las comunidades.
6.- Compasión.- La compasión es la práctica de la empatía, reconocer los sentimientos del otro. Muchos de los problemas de la juventud provienen de la falta de empatía, como el bullying, la violencia, el abuso en todas sus versiones y los prejuicios.
7.- Dominio de sí mismos.- El propósito es ayudar a los niños a conocerse a sí mismos, sus motivaciones y capacidades, y a poder lidiar con su mundo interior.
8.- Ciudadanía.- Ser ciudadanos activos, informados, conscientes de sus responsabilidades, deberes y derechos. Los colegios debieran ejercitar esto y no sólo quedarse en la teoría.

“Un colegio es una comunidad de personas que aprenden. ¿Qué hace que un colegio sea bueno? Debería crear las mejores condiciones para que los niños aprendan y se desarrollen cognitiva, afectiva, social y espiritualmente. Debería sacar lo mejor de ellos como individuos y ayudar a desarrollar las competencias para hacerse un lugar en el mundo”. Los siguientes elementos influyen en esa evaluación:

Currículum.- el contenido que los niños deben aprender.
Profesores.- son extremadamente fundamentales en la educación. De los múltiples roles que Robinson destaca en ellos, hace énfasis en:

 a) Facilitar.- crear las mejores condiciones para que los niños aprendan, ya que nadie puede aprender por ellos.
b) Comprometer.- los grandes profesores mantienen a sus estudiantes involucrados, curiosos y excitados por aprender. Los inspiran para entregar los mejor de sí mismos y les infunden amor por el aprendizaje.
c) Empoderar.- Es hacer que los niños sean más fuertes y tengan más confianza: ayudarlos a desarrollar los conocimientos, destrezas y cualidades necesarias para enfrentar los desafíos de la vida.
d) Tener expectactivas.- Los grandes profesores saben tener las expectativas adecuadas de sus alumnos.

Evaluaciones.- Entender cómo les está yendo, académica y emocionalmente.
Horarios.- La organización de los recursos y el aprendizaje.
Ambiente.- El lugar físico, tanto interior como exterior, en el que se lleva a cabo el aprendizaje.
Cultura.- Los valores y comportamientos que el colegio promueve.

• Robinson habla de la importancia de que las familias se involucren en el proceso educativo de sus hijos. Explica que hay mayores probabilidades de éxito cuando esto sucede y que las familias no deleguen toda la responsabilidad de la educación en el colegio. Después de todo, la educación comienza por casa. Mientras más cercana y colaborativa sea la relación entre ambos, mejor se podrá ayudar a los niños en caso necesario, mejor será la actitud de los niños hacia el aprendizaje y se creará una comunidad más fuerte y unida. Destaca la importancia de que los padres participen en el colegio en varias instancias: desde las reuniones personales con los profesores hasta las actividades comunitarias con todo el colegio. Los insta a participar como voluntarios y ofrecer sus conocimientos para la comunidad.

• También habla del estrés, del exceso de pruebas estandarizadas y tareas; de los diagnósticos de déficit atencional y del bullying; de la importancia del juego, de estar al aire libre y de los recreos, entre otras cosas.

• Finalmente critica el exceso de presión para que los niños sigan carreras universitarias tradicionales, las que según él ya están saturadas, e invita a los lectores a mirar con el mismo respeto a las carreras técnicas. También habla de lo enriquecedora que puede ser la experiencia de tomarse un año sabático antes de empezar la educación superior.

«You, your child and school» está disponible en inglés y lo puedes comprar aquí. Puedes escuchar a Sir Ken Robinson hablando de su libro aquí.

¿Montessori está reconocido por el Ministerio de Educación?

Esta respuesta está basada en la realidad de Chile. Si sabes cómo funciona en otros países, por favor deja tu comentario al final de la página.

El Ministerio de Educación (MINEDUC) no reconoce- ni desconoce- métodos pedagógicos. Lo que el Ministerio evalúa son los requisitos mínimos que tiene que tener un colegio en las áreas pedagógica, jurídica y de infraestructura. O sea, para que un colegio sea reconocido por el MINEDUC, debe cumplir con una serie de exigencias curriculares (Contenidos Mínimos Obligatorios), número de profesores, metros cuadrados construidos, etc. Metodológicamente hablando, lo que le importa es el contenido que se pase, y no cómo se pase.

Habiendo aclarado eso, les puedo contar que en Chile hay colegios de pedagogías alternativas que cuentan con el reconocimiento del Ministerio de Educación, otros que se encuentran en trámite y otros que definitivamente no tienen interés en contar con dicha certificación (les recomiendo leer la interesante postura al respecto que tiene el colegio Rudolf Steiner, que se guía por la pedagogía Waldorf). Los alumnos de colegios que no son reconocidos por el MINEDUC deben rendir exámenes libres para que sus estudios sean convalidados.

Volviendo a la pregunta: Muchos colegios Montessori en Chile cuentan con reconocimiento oficial del Ministerio de Educación. Les recomiendo que pregunten directamente en el colegio que les interese.

 

 

 

¿Por qué Montessori es caro?

Que sean caros es relativo. Comparado con un colegio público, Montessori es caro. Sin embargo, por lo menos en Chile, el valor de la mensualidad es semejante a las de otros colegios privados de los barrios en los que se encuentran, y muy por debajo de los valores de los colegios de elite. Lamentablemente, si no hay iniciativas públicas, no queda más que hacerlas privadas.

Montessori es una metodología que tiene muchos costos asociados:

  • Espacio físico: Las salas de estos colegios son más grandes que las de los colegios tradicionales. Además, suelen estar equipadas con cocinas y baños.
  • Material: Desde los 3 a los 12 años, los salones tienen grandes cantidades de material específico y de buena calidad, el que hay que mantener completo y en buen estado.
  • Las guías: Los salones tienen una guía y una guía asistente por salón hasta los 12, e incluso los 15 años. Las guías son profesoras de Educación General Básica, o Educadoras de Párvulos, con cursos de especialización Montessori. Además, están los profesores de ramos específicos como Educación Física o Música.

En Estados Unidos sí que hay colegios Montessori públicos. Más de 500. Si quieres echar un vistazo, haz click aquí.

 

De por qué empecé esta página

Suelo contestar preguntas, y cada día son más las personas que tienen preguntas acerca de la filosofía Montessori. Cuando yo tenía incluso más preguntas de las que tengo hoy, me costó mucho encontrar respuestas.

Pienso que el interés por la educación alternativa – y me atrevo a decir que el desencanto con el sistema tradicional – ha crecido en los últimos años. Los postulantes a colegios alternativos aumentan cada año, los reportajes acerca de las bondades de otras formas de educación y del éxito de sus egresados abundan, e incluso el 2016 el debate de si había que mandar tareas a la casa o no tomó tanta fuerza que el Senado propuso normarlo por ley (idea que finalmente fue descartada). Sin ir más lejos, la charla TED más vista de todos los tiempos es la imperdible “¿Los colegios matan la creatividad?” de Sir Ken Robinson (una de las tantas exposiciones magistrales que tiene el genial Robinson). Y también he notado un cambio en las preguntas que recibo, y en la actitud de quienes las hacen. Cuando recién comenzaba a adentrarme en Montessori, varias personas con las que hablaba me miraban con recelo y desconfianza, y formulaban sus preguntas con tono enjuiciador. Hoy esos son los menos. La mayoría de las personas me preguntan llenas de curiosidad, interés e incluso esperanza. Para ellos hice esta página web: para todos los que tienen preguntas.

 

Montessori es demasiado hippie y desestructurado… ¿o no?

Por un lado está la metodología, y por otro, los colegios que la imparten.

Como metodología, Montessori es lo menos hippie que hay. De hecho en sus comienzos se le conocía como «el método científico». Todo en el salón (desde el material hasta cómo están dispuestos los muebles) tiene uno o varios propósitos de desarrollo (ya sea motor, académico, social, etc). Las áreas de trabajo entregan una enormidad de contenido que se puede trabajar en distintos niveles de profundidad. Hay reglas claras y consecuencias. La Dra. María Montessori dedicó su vida a observar a los niños y sus conclusiones están más vigentes que nunca, y cada vez más avaladas por estudios científicos (te recomiendo leer aquí, aquíacá) .

Ahora, como colegio, el nivel de «hippismo» y desestructuración va a variar caso a caso. En mi experiencia, la comunidad educativa Montessori es más heterogénea que las tradicionales. Hay familias de distintos países, barrios, creencias religiosas y políticas, de diversas composiciones y ocupaciones. Y hay hippies. Y también hay no hippies. En mi opinión, esta heterogeneidad es un valor importantísimo y trae consigo la enseñanza del respeto y la tolerancia, de la apreciación de la diferencia y de la riqueza que cada uno puede aportar.

¿Qué opinas? Deja tu comentario.

El miedo a equivocarse de colegio

Me han preguntado muchas veces si no me da miedo equivocarme al haber elegido Montessori para la educación de mis niños. Y sí, me ha dado. Y es un miedo que tendría en cualquier colegio con cualquier metodología, en todo caso. Nada te puede garantizar que el colegio que elegiste para que tu hijo entre a prekínder sea el mismo del que salga de cuarto medio. Creo que es importante ver a los niños: ¿van felices al colegio? ¿están descubriendo y desarrollando sus talentos y potenciales? ¿están aprendiendo? ¿su aprendizaje es sólido y va más allá de lo académico? ¿tienen amigos? ¿están tranquilos?  Por ahora con mis hijos contesto SÍ a todas esas preguntas. Si algún día esas respuestas cambian, tendré que buscar otro colegio…